Un compañero de cuatro patas es mucho más que una mascota: es un miembro más de la familia. Por tal razón es que lo alimentamos con los alimentos de más alta calidad, nos ocupamos de sus paseos diarios, de que tenga las suficientes instancias de recreación, de que duerma calentito y de que reciba la mejor atención veterinaria.

Sin embargo, en algunas ocasiones esta última parte falla y la devastación llega a nuestras vidas. El sentimiento de culpa no tarda en instalarse en nuestro corazón y nos preguntamos en qué hemos fallado.

En medio de todo el dolor que esto significa para ti, hay una pequeña luz de esperanza. En primer lugar, no ha sido tu culpa, sino la del veterinario que debió haberlo atendido de manera adecuada. Y, en segundo lugar, hay algo que podemos hacer por ti: castigar esa negligencia veterinaria que te ha dejado sin un miembro de tu familia.

Descubre en este post lo que podemos hacer por ti.

¿Qué se le puede reclamar a la justicia ante una negligencia veterinaria?

Lo que la justicia nos puede conceder en compensación por una negligencia veterinaria, no es otra cosa que dinero. Sabemos que una compensación monetaria no nos devolverá a nuestro fiel compañero, pero reclamarla es fundamental para que los responsables de la clínica veterinaria se lo piensen dos veces antes de volver a ser negligentes con otra mascota.

No podrás tener a tu leal amigo de vuelta si es que la negligencia le ha costado la vida, pero sí podrás contribuir a la mejor atención de futuros peluditos, así que te animamos a contactarnos para que hagamos justicia por tu compañero y para que esta acción evite futuras negligencias veterinarias.

¿Qué se le reclama a la justicia en un caso tal? Lo siguiente:

Valor de reposición del animal

Se considera valor de reposición al dinero que nos costaría comprar un animal idéntico al que nos fuere arrebatado por la negligencia veterinaria. Se entiende que, para obtener este dinero, nuestro animal tendrá que haber sido un pura raza. Si es una mezcla entre dos pura raza de razas diferentes o entre un pura raza y uno sin raza, el valor de reposición es del 50 % de lo que vale el pura raza. Lamentablemente, si era un <<mil leches>>, no te corresponderá valor de reposición alguno.

Reintegro de los costes ocasionados por la negligencia

Consiste en el reintegro de lo que hemos pagado a la clínica por el tratamiento o la intervención que derivó en negligencia. Para concedernos el mencionado reintegro, El Tribunal exige la presentación de la petición de resolución del contrato por concepto de incumplimiento o de negligencia, algo que podemos conseguir por ti.

Daños morales

Más allá de la pérdida material que representa perder a un animal de raza o haber pagado por un tratamiento que, debido a la negligencia, derivó en la muerte de nuestro peludo, existe un concepto que los Tribunales están comenzando a observar con especial atención y a fallar en su favor: el dolor de la pérdida.

Se consideran daños morales todas aquellas molestias vinculadas a la angustia, a la añoranza e incluso a la depresión que un dueño puede desarrollar ante la pérdida de su mascota. Es difícil determinar una cuantía por este daño, pero como abogados animalistas que somos, entendemos tu dolor e iremos por la mayor indemnización posible para ti.

Si tu mascota necesitara de una eutanasia por razones de fuerza mayor, la clínica deberá hacerse cargo de los gastos inherentes a este procedimiento.

Necropsia

La necropsia es al animal lo que la autopsia es al ser humano. Es decir, se trata de la operación que se le practica al animal fallecido con el fin de determinar las causas de su muerte. Gracias al informe derivado de la necropsia, el juez tendrá toda la información que necesita para determinar si el veterinario hizo o no todo lo posible para salvar la vida del animal que le confiamos.

Gastos de incineración

Reclamaremos por ti los gastos inherentes a la incineración, práctica establecida para garantizar la sanidad animal.

Conoce a Xixeta – nuestra supervisora jefa

Al elegir a un abogado animalista, no solo debemos prestar atención a sus competencias y a su historial de éxito, sino a sus convicciones. En nuestro equipo se encuentra Xixeta, nuestra supervisora jefa, una simpática perrita sin raza alguna en su pedigrí y llena de amor y camaradería para brindar.

Ella es la prueba viviente de que los animales son más que clientes para nosotros: son la causa por la cual nos levantamos cada día con alegría y con la convicción de hacer lo correcto para hacer justicia por ellos.

El chihuahua de Ibiza – nuestro emblemático caso de Ibiza

Uno de nuestros casos más recordados fue el de Tony, una inocente víctima de negligencia veterinaria a quien, tras recibir la mordedura de otro perro, se le aplica una sobredosis pautada erróneamente por el veterinario, hecho que le ocasionó la muerte. Tony era un chihuahua y vivía con su familia humana en Ibiza.

Aunque nos hubiera gustado, no pudimos devolverle la vida a Tony, pero sí pudimos hacer justicia en su nombre y obtener para su familia la indemnización correspondiente ante la negligencia que el pequeño chihuahua sufrió por parte de quienes deberían haber hecho todo lo que estuvo a su alcance para salvarlo.

¿Tu peludo ha sido víctima de una negligencia veterinaria? ¡Cuéntanos tu caso! Porque podemos hacer mucho para devolverte parte de la justicia que le arrebataron.